- octubre 14, 2018
- Posted by: gapadi
- Categoría: HISTORIA

La posición de la Iglesia, por ahora, es de absoluta prudencia porque la Iglesia nunca reconoce ninguna aparición hasta que no haya finalizado y nunca se pronunciaría sin haber completado el estudio correspondiente que, en este caso, a diferencia de otras apariciones, no ha sido competencia del obispado sino que lo está siendo del mismo Vaticano, como lo demuestra el nombramiento de una Comisión de Investigación para el estudio del fenómeno de Medjugorje.
PAPA JUAN PABLO II
Juan Pablo II dijo: «Si no fuera Papa, ya habría ido a Medjugorje y lo habría hecho sobre todo para confesar». «Medjugorje es la continuación de Fátima» dijo también al obispo Pablo María Hnilica SJ, en 1984. En numerosas ocasiones Juan Pablo II habló favorablemente de Medjugorje con cardenales, obispos, sacerdotes y grupos de fieles que acudían a visitarle e informarle acerca de lo que allí ocurría. El sucesor de Pedro, tan atento al curso de la historia, nunca vaciló en manifestar su amor y su gratitud hacia el mensaje de Medjugorje.
El Papa polaco en su encuentro con el padre Jozo Zovko -que pagó con la cárcel su fidelidad a las apariciones cuando era párroco en Medjugorje en 1981- le dijo: «Proteged Medjugorje». Juan Pablo II no sólo manifestó su benevolencia hacia Medjugorje sino que también expresó más de una vez su deseo de visitarlo. En junio de 1986, en respuesta a un grupo de doce obispos italianos que buscaban consejo pastoral sobre la gente que iba de peregrinación allí, les dijo: “Dejen que la gente vaya a Medjugorje. Allí se convierten, oran, se confiesan, hacen penitencias y ayunan”, lo que venía a suponer una invitación a los sacerdotes, no sólo a acompañar a los peregrinos sino también a que administraran los sacramentos.
PAPA BENEDICTO XVI
Benedicto XVI, tras el fallecimiento de Juan Pablo II, tomó parte activa en el estudio del fenómeno de Medjugorje de forma que la Oficina de Información de la Santa Sede, comunicó el 17 de marzo de 2010, la constitución, ante la Congregación para la Doctrina de la Fe y bajo la presidencia del cardenal Camillo Ruini, de una Comisión internacional de investigación sobre Medjugorje integrada por seis cardenales: además del cardenal Ruini, el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos (el salesiano Angelo Amato), Josef Tomko (Prefecto Emérito de Propaganda Fide), Vinko Puljic (arzobispo de Sarajevo), Josip Bozanic (arzobispo de Zagreb) y Julián Herranz (Presidente Emérito del Pontificio Consejo para los textos legisla8vos). Junto a ellos, un grupo de teólogos y expertos en mariología.
Dicha comisión se ha entrevistado en los últimos años con todos los videntes en Roma. Los encuentros se llevaron a cabo en una sala de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en donde se encuentra protegido el archivo del grupo de trabajo. De cualquier forma, como anunció en su día el jefe de prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, se trata de una comisión de estudio e investigación a la que no le compete tomar decisiones, ni pronunciamientos definitivos, sino ofrecer el resultado de su estudio, su voto – como se dice en términos técnicos – para trasladarlo a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es la que adopta las decisiones y decide si hacer o no un pronunciamiento público.
En el mismo sentido, hablaba el cardenal Camillo Ruini, presidente de la comisión, tan solo unas semanas antes del anuncio de dimisión de Benedicto XVI, concretamente, el 11 de enero de 2013, afirmando ante la prensa: “Falta aún un poco para concluir las investigaciones sobre Medjugorje […] espero que no muchísimo pero no será una cosa inminente, además nosotros somos una comisión consultiva, ofrecemos nuestra opinión, un parecer que pasamos a la Congregación para la Doctrina de la Fe y después será ésta la que decida si hacer o no un pronunciamiento público”. Éstas han sido las últimas declaraciones públicas en este sentido.
La renuncia de Benedicto XVI, el 28 de febrero de 2013, hizo que todos los resultados de la comisión hayan pasado a ser asunto del nuevo pontífice.
PAPA FRANCISCO
Desde que el Papa Francisco fuera elegido, el 13 de marzo de 2013, no se han vuelto a hacer más declaraciones oficiales desde el Vaticano sobre Medjugorje, por lo que sólo cabe esperar alguna manifestación que, en cualquier caso, y dado que las apariciones siguen produciéndose, no se espera que sean aún concluyentes.
Lo que sí se sabe, es que desde hace mucho tiempo el cardenal Bergoglio seguía de cerca los acontecimientos de Medjugorje. Como arzobispo, se apresuró a autorizar y facilitar el camino para que el vidente Iván ofreciera su testimonio en Buenos Aires como una de sus últimas decisiones antes de su partida a Roma donde sería elegido Papa. Fue él también quien recibió al padre Jozo Zovko en su visita de misión a Argentina y quien acogió, en febrero de 2012, a fray Danko Perutina -bien conocido de todos los peregrinos de Medjugorje y vinculado de forma particular a la extensión del mensaje de María en América-. Se recuerda aún con cariño, la breve entrevista que mantuvo con él en el aeropuerto de Ezeiza.
Para completar su perfil, cabe señalar que desde hace tres años, su confesor era un franciscano de Herzegovina, el P. Ostojić y, anteriormente, durante 30 años, lo fue el P. Nicolás Mihaljević (fallecido), también croata y jesuita al igual que él.
Finalmente, será él quien tomará una decisión tras el estudio de las conclusiones llevadas a cabo por la Comisión Vaticana sobre Medjugorje. De algún modo, durante su gestión como arzobispo todas las iniciativas contaron con su respaldo, ahora deberemos intensificar las oraciones para que todo se resuelva según el Plan del Cielo.
El 11 de febrero de 2017, el Santo Padre encomendó al arzobispo Henryk Hoser, S.A.C., obispo de Varsovia-Praga(Polonia), que fuera a Medjugorje como enviado especial de la Santa Sede.
La misión tiene como objetivo adquirir un conocimiento más profundo de la situación pastoral y, sobre todo, de las necesidades de los fieles que van en peregrinación y, sobre la base de ello, proponer posibles iniciativas pastorales para el futuro. Por lo tanto, la misión tendrá un carácter exclusivamente pastoral.
Se espera que el arzobispo Hoser, que continuará ejerciendo su papel como obispo de Varsovia-Praga, termine su mandato como enviado especial para el verano de este año.